Amaranto
La quinoa y el amaranto no son en realidad cereales, sino que pertenecen a otra rama botánica (quenopodiáceas) que incluye a verduras como la acelga y la espinaca. Sin embargo son sus semillas las que despiertan gran interés nutricional a causa de estudios que demuestran el gran potencial proteico. Éstas tienen una composición mucho más equilibrada que los cereales convencionales y sobre todo mayor cantidad y calidad de proteínas. Pero no solo en proteínas son fuertes la quinoa y el amaranto. Son también bajos en grasas y más ricos en hierro, calcio, fósforo, fibra y vitamina E, con respecto a los cereales clásicos. También poseen apreciable cantidad de vitaminas del grupo B. Ambos granos son de cocción rápida y poseen un sabor suave y agradable, similar al mijo, aunque de textura más crocante. Se pueden utilizar en todas las preparaciones que se desee: en rellenos, tartas, ensaladas, sopas,
croquetas, tortillas, pizzas, galletas, etc.. Con el missmo procedimiento utilizado con el maíz pisingallo se pueden obtener el amaranto inflado, golosina muy consumida en Centroamérica.
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