A principios del siglo veinte, el Profesor Kikunae Ikeda, de la Universidad Imperial de Tokio, observó que el glutamato monosódico era un sazonador ideal por sus buenas propiedades de conservación y su intenso sabor umami (el quinto sabor). Debido a que el glutamato monosódico carece de olor y de textura por sí mismo, se puede usar en una infinidad de platos, en los que resalta de manera natural el sabor original de los alimentos.
El sabor del glutamato monosódico es autolimitante. Esto significa que, una vez incluida la cantidad adecuada en una receta, la adición de una cantidad mayor contribuye poco al sabor de la comida, si es que contribuye con algo. De hecho, si se añade una cantidad excesiva de glutamato monosódico, se puede empeorar el sabor.
El glutamato monosódico , llamado también “Ajinomoto” se emplea en una gran variedad de alimentos sabrosos para crear un sabor suave, rico y con cuerpo. Puede añadirse a las carnes, pescado, pollo, verduras, legumbres y mariscos. En muchos países se emplea como sazonador en la mesa.
El glutamato monosódico , llamado también “Ajinomoto” se emplea en una gran variedad de alimentos sabrosos para crear un sabor suave, rico y con cuerpo. Puede añadirse a las carnes, pescado, pollo, verduras, legumbres y mariscos. En muchos países se emplea como sazonador en la mesa.
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